¿Sientes que tu humor cambia desde que tienes hambre? ¿Te irritas demasiado? Esto tiene sus razones. Te explicaremos como se comporta tu cuerpo cuando tienes hambre.
Cuando comemos empieza el proceso de digestión y convertimos los alimentos en sustancias más pequeñas: grasas, azúcares, proteínas, entre otros. Los azúcares son energía inmediata para nuestras células y alimentan al cerebro, esto quiere decir que el nivel de glucosa en sangre es una medida de lo bien alimentados que estamos porque es un indicativo cerebral de la cantidad de combustible disponible.
Si disminuye el azúcar el cerebro detecta un problema, el cerebro necesita azúcares y los necesita todo el tiempo. Cuando no tiene lo que necesita, el cerebro envía señales para liberar hormonas que ayudarán a liberar más azúcar en sangre a partir del cuerpo. Y ahí es donde la situación se complica.
El cerebro envía señales a las glándulas suprarrenales, encargadas de segregar cortisol y adrenalina, las cuales actúan en situaciones de estrés e indican que algo no va bien y que se necesitan medidas para tener energía disponible. Esto nos pone de muy mal humor y lo único que queremos es comer lo más rápido posible.