Aplicar tomate en nuestro rostro aporta grandes beneficios ya que sus propiedades contribuyen a regular la grasa de la piel.
Dentro de sus grandes beneficios están:
- Disminuye las manchas.
- Aporta luminosidad a la piel.
- Elimina la contaminación de los poros.
- Alivia las quemaduras producidas por el sol.
- Estimula a producción de colágeno.
- Regenera la elasticidad de la piel.
- Hace que nuestra piel esté mas suave.
¿Cómo hacer una mascarilla de tomate?
Solo debes cortar 2 tomates maduros y retirar toda su masa. Llévala a la licuadora hasta que se forme una pasta.
¿Cómo aplicarla?
Esparce la mascarilla sobre tu rostro y deja actuar durante 10 minutos. Luego retira con suficiente agua.