El tomate es una hortaliza muy famosa y una de las más utilizadas, es el ingrediente principal de gran cantidad de platos en todo el mundo.
Sin embargo, aparte de ser usado en la cocina, es utilizado para ayudar a reducir las varices, pues sus semillas tienen una sustancia acida que tiene propiedades muy parecidas a la de las aspirinas, y estas actúan como anticoagulantes ayudando a mejorar el flujo sanguíneo.
Para preparar el remedio es muy recomendable usar tomates verdes, pero si utilizas rojos no hay problema.
- Lava muy bien los tomates hasta que estén bien limpios y desinfectados.
- Córtalos en rodajas y, luego, ponlos sobre las partes de las piernas afectadas, incluyendo las zonas en las que tengas arañitas.
- Con una venda, cubre toda la zona para que los tomates se mantenga fijos. En el momento en el que sientas un ligero ardor y hormigueo entonces debes retirar los tomates.
- Enjuaga con agua tibia y seca con delicadeza.
Mientras más hagas este remedio al día, más rápido obtendrás resultados en muy pocas semanas. Puedes hacerlo 2 veces al día.