Cuando Sivert Klefsaas tenía 12 años, su madre le prometió 1.800 dólares si podía mantenerse alejado de las redes sociales hasta que alcanzara la mayoría de edad. El 19 de febrero Klefsaas cumplió 18 años cumpliendo con lo propuesto en ese entonces y su madre ha presumido de ello en Facebook.
Lorna Goldstrand Klefsaas se inspiró en un reto que escuchó en el radio llamado «16 para 16», en el que una madre le daba 1.600 dólares a su hija si dejaba las redes sociales hasta que cumpliera los 16 años. Lorna tomó la decisión de subir la apuesta y añadir 100 dólares más por cada año extra, hasta alcanzar los 1.800 dólares si su hijo dejaba las redes sociales hasta que cumpliera los 18 años.
Sivert Klefsaas aceptó el reto de estar seis años sin redes sociales. «Creía que era genial», ha contado el joven a CNN Tuesday. «Pensé: Bueno, ¿qué son seis años más?» En ese momento Sivert tenía 12 años y apenas utilizaba redes sociales. La única que tenía instalada en el móvil era Snapchat, y la borró un día después de comenzar la apuesta.
«Yo no diría que hubo algún momento en el que pensé en dejarlo. Según iba avanzando, era más una cuestión de orgullo», relataba el joven en el medio americano. Pero no por ello se mantenía totalmente desconectado de aquello que sucedía a través de la pantalla, sino que tenía a sus amigos para mantenerle al día de la información y las tendencias y filtrarle toda la información que no necesitaba.
El joven todavía no sabe qué hará con el dinero, pero cree que lo mejor será invertirlo en muebles cuando tenga que mudarse en unos meses para ir a la universidad.
Luego de pasar de seis años sin redes sociales, lo primero que ha hecho ha sido crearse un perfil en Instagram, la red social en la que se encuentran todos sus amigos. «Existe una curva de aprendizaje. Veo a mis amigos ir de una red social a otra y yo todavía no puedo hacer eso», decía.
Silver es el pequeño de cuatro hermanos y el único que ha crecido sin redes sociales, aunque ha habido ocasiones en las que Lorna ha tenido que quitarles el móvil a sus otras hijas durante un tiempo, porque estaba «afectando a su ánimo, sus amistades y era un poco deprimente».