Aunque ha sido compartido miles de veces, el meme da la mujer reclamándole a un gato tiene un pasado oscuro. Enmascara el momento de quiebre de una relación envuelta en violencia doméstica, que ni con la fortuna y el poder con el que contaban los protagonistas pudieron librarlos de ese abismo y frustración, cuya única solución aparente pudo haber sido la separación, aunque llegó primero la muerte.
La imagen se remonta al 2010 durante el rodaje del reallity show estadunidense The Real Housewives of Beverly Hills, una serie que durante sus 13 temporadas intentó adentrarse en las vidas de mujeres famosas y adineradas que vivían en esa ciudad californiana.
Taylor Armstrong se convirtió en el personaje principal de esta serie hasta la tercera temporada. Contrajo nupcias con el empresario Russel Armstrong, la cual se convertiría en una relación llena de maltratos emocionales y físicos con un desencuentro fatal.
Fue en medio de este martirio en el que se convirtió el matrimonio de Taylor que ella explotó en ira, al ser cuestionada por la violencia física de la que algunas integrantes del reallity presumían era víctima.
Durante el capitulo Brandi´s Friend House de la segunda temporada, Taylor y Camille Grammer protagonizaron una acalorada discusión, en la cual el alcohol pudo haber sido uno de los detonantes de la misma, sumado al daño emocional por la violencia domestica que sufría, y de la cual habló hasta años después en su libro “Taylor Amstrong hiding from reality” o Esconderse en la realidad.
Ya anteriormente, Grammer había exhibido frente a cámaras a Taylor atreviéndose a cuestionarla y pidiéndole que admitiera los constantes maltratos físicos de los que era víctima en su mansión en Beverly Hills, que incluso le habrían provocado una rotura de mandíbula. Ante esta situación, Taylor sufrió un colapsó mental que la hizo estallar ante los interrogatorios.
Al hacerse público este caso de maltrato doméstico Taylor pidió el divorcio a Russel Armstrong, con quien procreó cinco hijos. Apenas un mes después de la solicitud el cuerpo de Russel fue encontrado sin vida en su mansión, a la cual regresó solo para que fuera allí donde Taylor encontrara su cadáver, pues tras iniciarse el proceso de separación él optó por irse a vivir con un amigo.
Fue hasta febrero del 2012, que Taylor decidió hablar sobre los cinco años violentos que acompañaron su matrimonio y lo difícil que fue para ella pedir ayudar, pese a la violencia que la llevó incluso al quirófano. Ahora mediante su testimonio intenta poder ayudar a otras mujeres violentadas que podrían estar escondidas entre el falso brillo de lujosas mansiones