El ajo es un excelente cicatrizante para las heridas, pues posee unas increíbles propiedades antibacterianas que son propicias para curar raspones, cortadas, llagas y hasta evitar y sanar las infecciones.
¿Cómo curar las heridas con ajo?
Es muy simple en realidad, solo necesitas machacar 3 dientes de ajo en un recipiente y agregar un poco de vino. Mezcla muy bien y deja reposar durante dos horas.
Limpia perfectamente la herida con agua y jabón neutro y sécala con una toalla limpia. Luego procede a sumergir un algodón en la mezcla anterior y ponlo directamente en la herida o el raspón, da pequeños toques y deja actuar por 20 minutos.
Es importante retirarlo si sientes ardor insoportable, ya que si dejas más tiempo puede causar irritación. Puedes repetir el proceso dos veces al día hasta que tu herida este completamente curada