En 2009, la cantante mexicana Alejandra Guzman se dirigió a una clínica de belleza para incrementar el tamaño de sus glúteos. Tiempo más tarde, comenzó a sentir fuertes dolores en la parte baja de la espalda y a ir de manera regular a urgencias médicas. Fue entonces cuando descubrió que le habían inyectado biopolímeros.
Desde ese momento tuvo que realizarse diferentes tratamientos y se ha operado en más de 20 ocasiones.
En el año 2012, la salud de la cantante se complicó y empezó a padecer una fuerte infección y decidió tocar las puertas del cirujano Giovanni Betti, quien ha sido el médico que desde entonces la ha tratado y quien ha luchado por mantener su salud estable.
En una entrevista en el programa de televisión ‘Un nuevo día’, el doctor sostuvo que, a pesar de los tratamientos, las dificultades en la salud de Alejandra siempre están presentes. «El riesgo está latente siempre, porque no logramos sacar el 100% de los biopolímeros».
Nuestro consejo es que lo pienses muy bien antes de tomar ese tipo de decisión. La salud es lo primero.