Los casos de mala praxis en la medicina estética han llegado a sobrepasar las fronteras de lo imaginable, tal como fue el caso de la transgénero Rajee Narinesingh de 48 años, oriunda de Florida.
La mujer tomó la decisión de hacerse una cirugía en el rostro para que sus rasgos fueran más femeninos, sin embargo tuvo la mala suerte de caer en manos del falso médico Oneal Ron Morris, quien procedió a inyectarle cemento y sellador de neumáticos en la cara.
Esto trajo como consecuencia la deformación severa del rostro por la hinchazón de las mejillas, el mentón y la boca. Narinesingh vivió diez años con su rostro así, ya que sentía una gran vergüenza por lo sucedido y no quería consultar a un doctor de verdad ni hacer la denuncia con las autoridades.
Luego de esos 10 años, Narinesingh acudió a los doctores Terry Dubrow y Paul Nassif”, los cuales se dedican a tratar casos extremos de cirugías plásticas mal hechas.
Al principio, los profesionales le dijeron que no, debido al riesgo que significaba quitar las sustancias tóxicas de su cara. Sin embargo, un año después, la regresó a pedirles ayuda y los médicos accedieron.
Uno de los doctores dijo:“Las masas de cemento encierran todos los músculos, nervios y vasos sanguíneos, por lo que sacarlas podría hacer mucho daño a la piel”. Con un tratamiento específico para reducir los riesgos de inflamación, el Dr. Dubrow y el Dr. Nassif le hicieron una primera operación, muy pequeña, para verificar como reaccionaba su organismo a la remoción del cemento, ya que temían que se le generara un cuadro inflamatorio.
Esta primera cirugía quitó un poco de cemento del mentón y a la semana Rajee Narinesingh ya se había recuperado sin problemas. Por lo tanto, los médicos la sometieron a una segunda operación en la que le quitaron los grumos de cemento de sus mejillas, que tenían el tamaño de una pelota de golf.
Con los resultados de la cirugía Narinesingh expresó sentirse muy bonita y estar agradecida a los doctores.
Así quedó luego de las intervenciones: