Un estudio realizado dio como resultado que la esponja para lavar platos puede contener 680 millones de hongos y bacterias en solo 15 días de uso. Esto puede causar desde diarrea y fiebre hasta problemas pulmonares.
Esto quiere decir que cuidar la higiene del fregadero y la esponja es esencial para garantizar la salud de nuestro hogar.
Aquí te damos algunos consejos.
Cuando termines de lavar los platos, enjuaga bien la esponja con agua hasta que se detenga la espuma. Escurre bien y guarda en un lugar seco para que el agua restante se pueda drenar.
Nunca la dejes en jabón, dentro de recipientes que no permitan que el agua se drene o debajo del fregadero.
Independientemente de la marca, la vida de la esponja doméstica es de una semana. Por lo tanto, después de este período, debes deshacerte de ella.
Nunca reutilices la esponja para limpiar otro ambiente, como el área de servicio o el baño.
Desinfectar la esponja
Se recomienda desinfectar las esponjas tradicionales una vez al día. A continuación, los métodos más efectivos.
Sal y limón
Este método consiste en llenar un tazón hasta la mitad con agua hirviendo, agregue el jugo de un limón y una cucharada de sal fina.
Luego sumerge las esponjas en el tazón y déjelas en remojo toda la noche; enjuague las esponjas a la mañana siguiente.
El limón, además de eliminar las principales manchas oscuras que pueden estar en las esponjas, es uno de los desinfectantes naturales más efectivos para usar en la cocina.
Vinagre
En este método debes sumergir la esponja en agua tibia, agregando un poco de detergente para eliminar restos de grasa. El siguiente paso es poner la esponja en un recipiente lleno de vinagre durante al menos 2 horas. El mejor vinagre en estos casos es el vinagre blanco, ya que no deja residuos y limpia sin dejar olor